Así debe de ser el paraíso. Fueron mis palabras al pisar
el pueblo que Boquerón
por primera vez a celebrar el Pride Fest de Cabo Rojo todo
un fin de semana. En realidad, es la segunda, pero celebrándolo de esta manera no lo había hecho nunca. Me explico. Como todo
ser humano, uno se levanta, va al trabajo, desayuna, almuerza, cena, compartes
con tu familia, etc. Es una rutina diaria. La realidad de ser uno mismo a veces
se apaga por la misma humanidad y ni lo sabemos. Actuamos como todos cuando en
realidad no lo somos. Este weekend me ayudó a reencontrarme con mi comunidad. Había perdido el toque con los míos por estar sumergida en el
mundo heterosexual, que no es malo, pero sin querer nos oprimimos por agradar a
la familia o a la sociedad. Por primera vez encontré variedad de seres humanos libres
consigo mismos. Esa alegría
en sus rostros, caminaban con seguridad, nos hablábamos sin miedos, como hermanos. Todo era
genuino. No me malinterpreten, como todo, cada persona tiene sus issues pero en este caso hablo que el
estar todos bajo un mismo poblado, libre como somos, felices de cómo somos, no teníamos tiempo de buscar puntos débiles. Era simple, era disfrutar
de nuestra naturaleza sin el odio que recibimos cada día en el mundo exterior. Hasta una
iglesia dijo presente cantando sus himnos y saben qué me dio coraje en cierta forma,
pero cuando vi que solo estaban cantando y adorando y no señalando ni mandándonos al infierno me quedé tranquila y todos nos quedamos
tranquilos, nadie se les acercaba para rechazarlos, al contrario, se les dejaba
tranquilos. Estábamos
en armonía, un paraíso prometido o como prometen de
estar todos juntos con felicidad, paz y amor. Fue hermoso. Esto se necesita
todos los años
y hasta más.
Uno recarga las energías,
se recuerda que siempre debemos de luchar por aquellos que todavía no pueden salir del closet, de
los que han muerto por el odio, de los casad@s por la sociedad, por los niñ@s oprimidos, por nuestros
trans, por nuestra comunidad. Es nuestro pequeño weekend
para vivir a nuestra manera libremente. Fue maravilloso. Fue nuestro Edén, nuestras almas unidas por el
amor y felicidad. HAPPY PRIDE MONTH PEOPLE.