Escuchando canciones de finales de los 90
y principios de los 2000 me di cuenta que tenía mucha ira con la vida ese
momento. Todo lo veía difícil y sin solución. El rock, Metal y la escritura era
la única fuente que tenía para calmar mis sentimientos, uno se vuelve frío y
calculador, solo piensa en como desaparecer del mundo o como tratar de destruir
su propia vida, fue frustrante, desesperante y doloroso. Nadie parecía ayudarme
o nadie me entendía solo la música. No tenía amistades verdaderas o simplemente
no eran lo que aparentaba. Las burlas hacia mí me perseguían desde mi niñez y
no lograba encajar en ningún ambiente. No en la iglesia, no en el mundo, no en
el ambiente, no con nadie. El dolor era insoportable y ya no sabía cómo
manejarlo, todo lo piensas porque no ves salidas, ves a la gente como hipócritas
y no ves a nadie sincero en sus acciones, súmele a eso el odio que el mundo te
tira encima y sin contar el infierno que te esperaba si te morías, todo era
tortura. Pero mis gritos se escuchaban con cada gemido de dolor al llorar y
escuchar canciones que llenaban mi alma, gritos desgarradores en busca de un
alivio. La ira, recuerdo muy bien esa ira, ojos llenos de odio de esta vida que
me habían dejado. Sin embargo, uno crece si se permite crecer, el dolor no desaparece,
pero uno aprende a manejarlo y sacarle provecho, uno aprende a entender la vida
de una manera bastante diferente a las personas que no se dan permiso a sentir.
Todo es esperar, aunque duela, pero hay que esperar, abrazar esa alma, besarle
y darle mucho amor que cuando sientas paz en tu interior es porque es tu
momento, espéralo que va a llegar…
y principios de los 2000 me di cuenta que tenía mucha ira con la vida ese
momento. Todo lo veía difícil y sin solución. El rock, Metal y la escritura era
la única fuente que tenía para calmar mis sentimientos, uno se vuelve frío y
calculador, solo piensa en como desaparecer del mundo o como tratar de destruir
su propia vida, fue frustrante, desesperante y doloroso. Nadie parecía ayudarme
o nadie me entendía solo la música. No tenía amistades verdaderas o simplemente
no eran lo que aparentaba. Las burlas hacia mí me perseguían desde mi niñez y
no lograba encajar en ningún ambiente. No en la iglesia, no en el mundo, no en
el ambiente, no con nadie. El dolor era insoportable y ya no sabía cómo
manejarlo, todo lo piensas porque no ves salidas, ves a la gente como hipócritas
y no ves a nadie sincero en sus acciones, súmele a eso el odio que el mundo te
tira encima y sin contar el infierno que te esperaba si te morías, todo era
tortura. Pero mis gritos se escuchaban con cada gemido de dolor al llorar y
escuchar canciones que llenaban mi alma, gritos desgarradores en busca de un
alivio. La ira, recuerdo muy bien esa ira, ojos llenos de odio de esta vida que
me habían dejado. Sin embargo, uno crece si se permite crecer, el dolor no desaparece,
pero uno aprende a manejarlo y sacarle provecho, uno aprende a entender la vida
de una manera bastante diferente a las personas que no se dan permiso a sentir.
Todo es esperar, aunque duela, pero hay que esperar, abrazar esa alma, besarle
y darle mucho amor que cuando sientas paz en tu interior es porque es tu
momento, espéralo que va a llegar…
Eso es tan ciento...
ReplyDelete👌😉😘
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